Las vacas son lo primero en Kansas
Los McCarty empezaron a dedicarse a la ganadería hace más de 100 años con un pequeño grupo de vacas. Hoy, cuatro generaciones después, sus explotaciones se extienden por todo el medio oeste americano, ordeñando unas 19.000 vacas en cuatro granjas, además de sus granjas de novillas. Pero independientemente del tamaño, siempre se ha prestado la misma atención al bienestar animal.
"Todavía ordeñamos cada vaca de una en una", dice Ken McCarty, copropietario de McCarty Family Farms LLC, Rexford, Kansas. "El bienestar animal es algo arraigado en nuestra familia desde hace más de un siglo".
La única diferencia es cómo lo hace la familia. Hoy en día, los McCarty utilizan big data para hacer un seguimiento de su rebaño, pero también obtienen información detallada sobre el rendimiento de cada vaca. "Disponer de esos datos detallados nos permite gestionar un gran número de vacas de forma individualizada", añade Ken McCarty.
"Lo importante es tratar bien a la vaca. Nos aseguramos de que tengan un buen alojamiento y condiciones confortables. Pero también disponemos de métodos avanzados, como cámaras de medición de la condición corporal, para asegurarnos de que nuestros nutricionistas disponen de la información adecuada para alimentar a las vacas de la forma correcta. Hacemos un gran seguimiento de los datos relativos a la salud y la productividad, y compartimos esa información con nuestros veterinarios y equipos de nutrición, además de supervisarlos nosotros mismos semanalmente".
Hay múltiples beneficios aparte de nuestra obligación moral de hacer lo correcto, que en definitiva es lo que nos motiva.
Ken McCarty, copropietario de McCarty Family Farms LLC, Rexford, Kansas
Ken McCarty también está de acuerdo en que un buen bienestar animal contribuye a unas explotaciones sostenibles en todos los sentidos de la palabra. "Es más fácil y seguro trabajar con vacas felices y tranquilas, y el entorno es mejor para el personal. Las vacas más sanas son también más productivas, lo que reduce la huella de carbono. Hay múltiples beneficios aparte de nuestra obligación moral de hacer lo correcto, que es realmente lo que nos motiva."
Certificado por terceros
Para asegurarse de rendir siempre de la mejor manera posible, las granjas de la familia McCarty han ido un paso más allá que la mayoría. Han recurrido a auditores externos para que verifiquen y validen su trabajo y les hagan recomendaciones sobre mejoras. "La auditoría más estricta que hacemos es la certificación Validus dairy care certification (validusservices.com). Hacen una auditoría anual independiente de nuestra granja, pero no se limitan a comprobar nuestros animales y su salud física. También entrevistan a los miembros del equipo para asegurarse de que hacemos lo que decimos".
Las granjas también trabajan con el programa FARM (Farmers Assuring Responsible Management) de la industria láctea estadounidense y, además, han obtenido la certificación B Corporation. Las Corporaciones B están certificadas por la red internacional sin ánimo de lucro B Lab y deben seguir altos estándares de gestión sostenible en todos los ámbitos para conseguir la certificación.
"Todas estas certificaciones son estupendas y nos han ayudado a mejorar proporcionándonos nuevas aportaciones y recomendaciones, pero también intentamos ir más allá. Se trata de mejorar los medios de vida de nuestras vacas, como cepillos, gomas e incluso música en nuestros establos". Resulta que a las vacas lo que más les gusta es la música clásica, pero también responden bien a la música country, algo que también gusta a los miembros del equipo de las granjas McCarty. Las vacas tienen un poco de ambas cosas y todos están contentos.
La contribución de DeLaval
McCarty Family Farms ha incorporado una cantidad considerable de equipos DeLaval para ayudar a alcanzar los mejores niveles de bienestar animal, desde rotativas (Rotativa DeLaval E500) hasta robots DeLaval TSR, pero también cepillos rotativos para vacas y suelos de goma, así como herramientas de análisis de datos como DeLaval DelPro™ FarmManager.
Todo este equipamiento, junto con una visión global de la sostenibilidad, ayuda a los McCarty a cuidar lo mejor posible de su rebaño. El siguiente paso en su desarrollo es mejorar las estrategias de cría y utilizar los datos para comprender cómo producir los animales más sanos y respetuosos con el medio ambiente que puedan.
"Podemos, por ejemplo, ver que una vaca tiene poca resistencia a la mastitis y entonces podemos cruzarla con un toro que sí tenga esa resistencia", pone como ejemplo Ken McCarty.
Y más allá del bienestar animal, la granja también trabaja muy estrechamente para garantizar la sostenibilidad social, proporcionando un lugar de trabajo seguro y satisfactorio a las 250 personas que trabajan allí.
"Estamos comprometidos con la viabilidad de nuestra granja no sólo hoy y mañana, sino también para la próxima generación y las venideras. No podemos lograrlo si no cuidamos de los animales y no tenemos un ecosistema viable a nuestro alrededor".