Ganadería Tasil

Renueva su apuesta por DeLaval con el paso a la robotización

La ganadería Tasil es un ejemplo de adaptación a las necesidades productivas que demanda actualmente el sector lácteo. Y es que esta granja pontevedresa, que cuenta con más de dos décadas de experiencia trabajando con DeLaval, ha dado un paso adelante en tecnificación con la incorporación de un robot de ordeño DeLaval VMS™ V300

Rubén Taboada Silva y su madre María del Carmen Silva López son los actuales propietarios de la ganadería Tasil, situada en la aldea de Reboredo (Dozón, Pontevedra) desde 1999. Rubén se incorporó al negocio en el 2019 y, dos años después, comenzaron las nuevas obras en la explotación. Según lo previsto, en febrero de 2022 Tasil ya estaba funcionando con su primer robot DeLaval VMS™ V300. En la actualidad, de sus 140 animales en producción, están ordeñando en robot 68 vacas (con una media superior a los 3 ordeños diarios). A la espera de la instalación de la segunda unidad robotizada, el resto de productoras pasan todavía por la sala de ordeño.

Un paso necesario
Cuenta esta familia que el trabajo en la sala de ordeño, de ocho puntos, exigía de su atención completa y copaba prácticamente la totalidad de las tareas diarias. En concreto, la nave antigua (preparada para acoger unas sesenta vacas) recibía alrededor de 130 animales para llevar a cabo el ordeño. Esta situación, además de suponer una carga de trabajo difícilmente asumible en ocasiones para estos ganaderos, provocaba la falta de atención a otras áreas, como la detección de celos y

la solución de cualquier tipo de problema con los animales, lo que terminaba repercutiendo en la producción y el bienestar del rebaño. Por ello, y coincidiendo con la llegada al negocio del menor de la familia, decidieron trasladar a los animales a una nueva nave y automatizar el trabajo a través de la adquisición de un robot de ordeño DeLaval VMS™ V300.
El sistema comenzó a funcionar en febrero de 2022 y el cambio, aseguran, fue notorio desde el primer momento. “El aumento en la producción fue evidente y la reducción en la dependencia de mano de obra, en comparación con la sala, mejoró bastante. Antes hacían falta dos personas como mínimo para el ordeño, pues era más laborioso, y ahora una sola es capaz de atender el trabajo perfectamente”, cuenta Rubén.
También se ha notado mejoría en la salud de las vacas, pues “antes el recuento celular era mucho más alto y teníamos problemas con la mastitis, aspecto que ahora es inexistente”. Por otro lado, con la robotización, parte del trabajo se ha trasladado a la oficina, donde dedican tiempo a analizar los datos que el sistema de DeLaval les proporciona y pueden controlar de una forma más eficaz la producción con menor esfuerzo físico.

Preparación y asesoramiento 
En muchas ocasiones, las granjas dudan a la hora de dar el paso a sistemas automatizados de ordeño debido a la falta de información y referencias. En el caso de Tasil, antes de robotizar este proceso se aseguraron de seguir los pasos de preparación necesarios para que todo saliera según lo previsto. De esta manera, se informaron acerca de las características del DeLaval VMS™ V300 y visitaron otras ganaderías para ver de cerca su funcionamiento.

Todo ello ayudó a que la adaptación al robot de ordeño fuera la correcta. “Esperábamos que la transición fuese mucho más complicada de lo que realmente fue. Como era una estabulación nueva, en Leiva y Lorenzo –empresa encargada del servicio técnico de DeLaval en la zona– nos recomendaron entrar con las vacas directamente a ordeñar, sin hacer entrenamiento con pienso, y así fue. Subimos un primer lote con 20 vacas y, cuando se adaptaron, añadimos otras 20. Continuamos con esta dinámica, pasando cabezas, hasta llegar a las 70”, afirma Rubén.

A la amplia experiencia de DeLaval en este tipo de trabajos se suma la confianza que la familia ya tenía en la marca. “Estamos con Lorenzo desde hace mucho tiempo, la sala ya era de DeLaval, y sabemos que el servicio es bueno.

Además, cuando llegó el momento de la toma de decisiones, tanto Marcos como Carlos nos ayudaron, nos llevaron a ver otros robots y nos aconsejaron”, afirma Rubén, quien remarca que los convenció especialmente el sistema de tráfico guiado, así como el foso que va asociado a este modelo de robot.

Una vez que el DeLaval VMS™ V300 comenzó a funcionar en Tasil, añaden los propietarios de la granja, el soporte técnico de la marca “continuó estando pendiente y en contacto por si surgía cualquier inconveniente”.

DeLaval DelPro™, el complemento perfecto
El nuevo DeLaval VMS™ V300 de Tasil ha traído consigo la incorporación del software DeLaval DelPro™. Este sistema permite el control de todos los parámetros relacionados con la salud, la producción y el bienestar de los animales tanto desde el ordenador como desde el móvil. Según indican, la aplicación funciona de forma sencilla y ofrece “una importante cantidad de informes que ayudan a la toma de decisiones. Puedes, por ejemplo, prevenir mamitis antes de que la vaca llegue a padecerla”.
Para estos ganaderos, junto con un mayor control de las producciones, el punto fuerte de esta herramienta es el MDi (índice de detección de mastitis para cada vaca), un valor agregado que permite identificar rápidamente los cambios en la salud de una vaca individual y que, por tanto, alerta sobre aquellas que requieren una atención especial.

Datos de la granja

Localización: Reboredo (Dozón, Pontevedra)
Propietarios: Rubén Taboada y María del Carmen Silva
Vacas en ordeño: 140 (68 en robot)
Media de producción: 40 litros/vaca/día en robot
(35 litros/vaca/día en sala)
Porcentaje de grasa: 3,9 %
Porcentaje de proteína: 3,6 %
Recuento celular: 95.000-99.000 cél./ml

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