Ganadería Cordeiro

Robotizar para llegar al tercer ordeño

En marzo de 2019 en la ganadería Cordeiro instalaron el primer robot V300 de DeLaval y, poco después, para darle más tiempo de descanso a la máquina y mejorar el bienestar de sus animales, decidieron colocar la segunda unidad, que está a punto de cumplir el primer año en funcionamiento

 

Javier Regueiro lleva casi tres décadas trabajando en Cordeiro, la ganadería familiar que empezaron sus padres. En la actualidad, tienen un total de 155 animales, 76 de ellos en producción, los cuales se están ordeñando en dos robots DeLaval VMS™ V300.

“El motivo principal para pasarnos al robot fue que veíamos la necesidad de un tercer ordeño porque estábamos perdiendo mucha leche en las camas”, explica Javier. “Durante tres meses estuvimos haciendo tres ordeños en sala, pero siendo tan pocos en la explotación era algo imposible de hacer a largo plazo; aguantamos ese tiempo porque ya teníamos la máquina comprada”, recuerda.

El principio, dice, fue complicado, sobre todo porque partían de un número de animales muy alto para una sola máquina: “En aquel momento teníamos 75 animales que ya obtenían una producción muy alta en sala (43 litros/vaca/día) y conseguir que se adaptasen y mantuviesen la producción nos dio bastante trabajo”.

Segunda unidad para no saturar
“Con esa primera unidad estuvimos funcionando casi un año con una carga de animales bastante alta: llegamos a tener picos de 79-80”, recuerda Miguel Gómez, el técnico de DeLaval a cargo de la explotación.
“Poco después, hablando con Javier, se decidió que había necesidad o de reducir animales o de aumentar a una segunda máquina para llegar a los objetivos que él quería”.

Así fue como, un año después de instalar el primero, comenzaron a trabajar con el segundo V300. “La mejoría fue abismal”, señala Miguel.
“Prueba de ello es que hoy en día esta granja está dando unas cifras muy buenas en producción y calidades y hemos tenido momentos de cuatro ordeños de media, donde vimos que sí había sido una buena decisión poner la segunda máquina porque había necesidad de esos ordeños”.

No obstante, puntualiza el técnico que estos datos no son mérito exclusivo de la robotización, sino de una serie de tareas bien hechas: “La máquina sola no lo puede conseguir; hay un muy buen trabajo por parte del ganadero para llegar a estas cifras”.

“Fue un error no haber montado las dos unidades juntas”, valora Javier echando la vista atrás. “Considero que, para sacarles el mayor rendimiento a estas máquinas, para que los animales estén cómodos y para poder hablar de calidad de vida y de calidad de trabajo, los robots tienen que estar holgados. Sí es verdad que hay una inversión, pero como otras tantas que se hacen en las explotaciones, y la verdad es que cambia mucho tener los robots muy saturados a tenerlos holgados”, explica.

En Cordeiro, con la cantidad de vacas que hay hoy en los dos VMS, van muy holgados. Prueba de ello es que aún les queda un 40 % del tiempo libre para poder aumentar el número de cabezas. El hacer crecer o no la explotación hasta al menos 120 vacas en ordeño pasará por ver si alguno de sus dos hijos se incorpora a la explotación familiar. Mientras tanto, Javier y su familia están satisfechos con el tamaño actual y seguirán así hasta ver lo que depara el futuro.

Acceso a la ubre de manera segura
En Cordeiro ya eran clientes habituales de DeLaval, su sala de ordeño era de esta marca y estaban contentos con el soporte técnico. No obstante, Javier afirma que lo que le hizo decidirse por este modelo de robot fue la posibilidad de retirar el brazo y de acceder fácilmente a las ubres de las vacas gracias al foso. “Poder hacerles, por ejemplo, secados a las vacas en el foso de manera segura, porque ahora no están acostumbradas a que se les esté manipulando diariamente la ubre como antes, para mí era fundamental. Esta es la principal ventaja que le vi al V300 y que me ayudó a decidirme por él”, explica.

También se muestran satisfechos con las nuevas posibilidades que les aporta el programa de gestión, una novedad que han incorporado junto con los robots. “No te quita el trabajo que tienes que hacer en el establo, claro, pero te ofrece mucha información importante para mejorar tu manera de actuar en la granja”, resalta Javier.

La decisión correcta
“Posiblemente es una de las mejores máquinas que he comprado”, afirma con rotundidad Regueiro, quien está convencido de que el futuro de las ganaderías pasa de manera irremediable por la robotización, teniendo en cuenta que la mano de obra es cada vez más escasa y que la capacidad productiva de los animales va en aumento.

“Cuanto más difíciles se ponen las cosas, más rentable tienes que intentar ser, luego te tienes que ir a los tres ordeños y hay que estar muy convencido para hacerlos en sala… además de que necesitas a mucha gente para eso”, dice. “Considero que esta es la mejor alternativa y el funcionamiento yo diría que es, si no de 10 (porque de 10 no hay nada), sí de 9”, asevera.

“Vemos que las vacas están mucho más cómodas y que se adaptan muy bien, las novillas incluso mejor; hasta el momento las averías han sido por detalles muy pequeños; al estar rondando siempre los tres ordeños y medio ya no tenemos el problema de la leche tirada en las camas, hemos aumentado la producción y nuestro sistema de trabajo ha cambiado mucho, nos ha dado una mayor comodidad”, sintetiza Javier al hablar de los principales cambios experimentados tras dar el paso a la robotización de la mano de DeLaval.

Datos de la granja

Localización: Arcillá (Cospeito, Lugo)
Propietario: Javier Regueiro
Empleados: 1
Vacas en ordeño: 76
Media de producción: 45 kg/vaca/día
Porcentaje de grasa: 3,90 %
Porcentaje de proteína: 3,23 %
Recuento celular: 145.000 cél./ml

¡No te pierdas la grabación del reportaje realizado por VacaPinta!

Suscríbete a nuestra newsletter

Recibe información sobre nuestros productos, eventos y noticias. 

Confirmo que he leído la política de privacidad y que quiero suscribirme a la newsletter