Casa do Polo

Robotizar pra reducir el tiempo de ordeño
“Se decidió poner el robot porque teníamos una sala poco dimensionada, entonces el tiempo de ordeñar nos parecía que era un poco excesivo: por las mañanas nos íbamos a cerca de tres horas y, ante la decisión de hacer reforma, aumentar la sala de ordeño o coger un robot, nos decidimos por el robot para intentar subir de la media de dos ordeños”, explica Tino Díaz, quien dirige, junto con su hermana y su cuñado, esta ganadería ubicada en A Mariña lucense.

La máquina en cuestión es un DeLaval VMS™ V300, marca por la que han decidido apostar pensando, fundamentalmente, en factores como la puerta selectora que regula el tráfi co del robot y la utilidad del foso a la hora de poder hacer ordeño manual o aplicar algún tratamiento.

En el momento de la instalación, y todavía hoy, tenían un número de animales en ordeño superior al que puede abarcar el robot, razón por la que siguen empleando también la sala (68 animales están en el robot y, el resto, en la sala). En cuanto al criterio para dividir los que van al robot y los que se quedaran en la sala, cuenta que “dejamos para la sala de ordeño a los que iban para desvieje, a los que se les tenía que aplicar oxitocina para el ordeño y a los que nos pareció que por problemas de ubre o de temperamento podrían dar más problemas”.

Junto con el robot, también disponen de otros productos DeLaval, entre los que se encuentran un cepillo rascador, un ventilador y un nuevo tanque. Además, están trabajando con el sistema de gestión DelPro. “En nuestro caso, estamos compaginando dos programas: usamos la aplicación que utilizan los veterinarios de CLUN que nos llevan la gestión de la reproducción y de mamitis y, a mayores, empleamos el DelPro sobre todo para controlar los datos de producción".

Claras diferencias productivas y de trabajo 
“Cada sistema tiene sus animales asignados, así que manejan el rebaño sin problemas. El robot los tiene asignados en el programa informático y el resto se gestionan de forma individual en la sala de ordeño”, explica Fran Fernández, gerente de la distribución de la zona occidental-asturiana y A Mariña.

La diferencia de producción entre un grupo y otro es notable, sobre todo en los animales que ya están en su segunda lactación en el robot: “Las vacas que se incorporaron cuando empezamos con el robot ya estaban con una lactación iniciada y en ese momento no hubo un aumento muy notable. 

La decisión correcta
“En cuando a la transición, explican que la incorporación de animales al robot fue paulatina para no causar demasiado trastorno y cuentan que, aunque es un cambio importante y lleva unos meses adaptarse totalmente, Tino asegura que “hoy compaginamos perfectamente los dos sistemas, la sala de ordeño es un sistema distinto, con menos información, pero, como es un ordeño presencial, eso lo vemos en el momento del ordeño”. Así y todo, admite las ventajas del sistema informático del robot, “que nos da toda la información que queramos revisar de cada animal en cada momento, mientras que en la sala nos tenemos que basar en la percepción de la persona que está ordeñando”.

“Precisamente una de las grandes ventajas del robot es que podemos controlar cada animal de forma individual, darle un trato personalizado y sacar así la máxima rentabilidad de cada uno”, señala el técnico de la marca.
En lo que se refi ere a la organización del trabajo, cuenta Díaz que los horarios no han variado demasiado. “Venimos al establo aproximadamente a la misma hora y una de las personas, normalmente yo, atiende a los animales de la sala de ordeño, mientras que otra va al robot, comprueba si hubo algún incidente durante la noche, lo lava y, tras revisar que todo funcione correctamente, se encarga de las otras rutinas (arreglar los cubículos, atender a la recría…)”.

Valoración y perspectivas de futuo 
Tino dice valorar la buena atención del soporte técnico, si bien lo que más destaca es el hecho de que apenas hayan tenido que acudir a la explotación por urgencias, puesto que nunca han tenido grandes problemas con el robot: “Las incidencias que surgieron al principio nos las pudieron solucionar, en un periodo de tiempo muy corto, conectándose en remoto a través del ordenador”.

“Gracias al sistema InControl que incluye este dispositivo, nos podemos conectar de forma remota en cualquier momento cuando el ganadero nos necesita, con lo cual el seguimiento es continuado”, añade Fernández.
Hablando sobre si se plantean la adquisición de una segunda unidad, Díaz dice que ya fue algo que barajaron en el momento de instalar el primero, pero requeriría de una reforma importante en el establo, por lo que explica que “no está descartado, porque la verdad es que la experiencia con este es positiva, pero tendríamos que hacerlo planteándonos eso mismo, una inversión importante en la granja”.